esencia

Dicen que el camino más largo es hacia el interior: dura toda la vida. Y que solamente podemos cambiar el mundo si cambiamos por dentro. En realidad, creemos que nos transformamos y lo que hacemos es encontrarnos con nuestra propia esencia. Porque la única tarea del ser humano es SER humano y el propósito de la vida consiste en VIVIR: te invito a ser TÚ, tu ser auténtico.

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lunes, 3 de enero de 2011

¿Crisis? ¿Qué crisis?

 ¡Viva la crisis!

Yo también he sido víctima de la crisis. Y sin embargo, me da la sensación de que hemos perdido el sentido real de lo que es una crisis. Según la Real Academia Española, crisis puede ser una "situación dificultosa o complicada" o significar "escasez, carestía". También es el "momento decisivo de un negocio grave y de consecuencias importantes", el "cambio brusco en el curso de una enfermedad, ya sea para mejorarse, ya para agravarse el paciente" o la "mutación importante en el desarrollo de otros procesos, ya de orden físico, ya históricos o espirituales", así como la "situación de un asunto o proceso cuando está en duda la continuación, modificación o cese". En resumen, la crisis siempre implica un cambio y éste puede ser para bien o para mal.

En Medicina Tradicional China, enfermedades como la gripe se consideran crisis depurativas que, por lo tanto, sirven para limpiar el organismo. Y de paso, nos obligan a parar, atender nuestras necesidades y mirarnos por dentro.

En lo que va de crisis en España, me sorprende lo poco que he escuchado esta forma de verla. Muchos compañeros y compañeras me hablan de empresas en las que se ha despedido a un gran número de trabajadores, la mayoría mileuristas, mientras sus directivos continúan haciendo viajes de lujo.

Tampoco me consta que hayamos mirado mucho hacia dentro para ver qué podríamos limpiar o cambiar, tanto en nosotros mismos como en nuestras vidas y en la sociedad en general. Porque la crisis puede ser simplemente un aviso de que algo no va bien, de que nos toca mover pieza. ¿Estamos aprovechando la crisis para replantearnos nuestra existencia a un nivel profundo? ¿Estamos pensando qué queremos hacer en y con nuestra vida? ¿Nos planteamos si queremos consumirnos en un proyecto que, lo mismo, no tiene ningún fin social o nos limitamos a esperar a que nos llamen de otra empresa en la que echar horas?

Cito la reflexión que hace Javier Darío Restrepo, director del Consultorio Ético de la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano, en una entrevista publicada en el número 22 de Periodistas, revista que edita la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE). Hablando de que “el buen periodismo es una misión, no un oficio” y que, por lo tanto, lo que motiva a los grandes profesionales no es el dinero -aunque necesiten ganarlo-, asegura: “el dinero está al servicio de una pasión. Uno cree a los apasionados, no a los calculadores”.

Apasionado me ha parecido Joan Melé, subdirector de Triodos Bank, y apasionante esta conferencia sobre dinero y conciencia impartida en la Escuela de Organización Industrial EOI, en la que explica mucho mejor que yo todo lo dicho y mucho más: ECONOMÍA Y CONCIENCIA