esencia

Dicen que el camino más largo es hacia el interior: dura toda la vida. Y que solamente podemos cambiar el mundo si cambiamos por dentro. En realidad, creemos que nos transformamos y lo que hacemos es encontrarnos con nuestra propia esencia. Porque la única tarea del ser humano es SER humano y el propósito de la vida consiste en VIVIR: te invito a ser TÚ, tu ser auténtico.

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martes, 10 de mayo de 2011

Café & Periodismo

Periodismo científico

Asisto al Café & Periodismo, excelente iniciativa de Millán Berzosa, al que doy mi enhorabuena por la gran organización y por la calidad del evento. Excelentes ponentes y buen ambiente en una tarde de sábado en Madrid, en este caso dedicada a hablar de Periodismo Científico. De acuerdo con casi todo lo que se habla.

Ahora bien, tres cuestiones me hacen reflexionar y me plantean serias dudas como profesional de la información.

Hablamos de la falta de rigor; todos y todas estamos de acuerdo en la necesidad de ser riguroso/a, a la vez que se atrae al público sin caer en el sensacionalismo. Se pone como ejemplo de la falta de rigurosidad un estudio sobre los beneficios cardiovasculares del Taichi, de la Universidad de Harvard, que resultó ser de una muestra de 100 personas. Como es habitual, las técnicas "alternativas" sirven de conejillo de indias para ejemplificar la falta de seriedad que, por otra parte, en este caso es cierta. Ahora bien, me pregunto qué ocurre cuando las investigaciones sobre este tipo de técnicas sí son rigurosas (por ejemplo, el trabajo sobre Mindfulnes de Jon Kabat-Zinn en la Universidad de Massachusetts) y, sin embargo, sigue cayendo sobre ellas la losa de "alternativas", a lo que se suma la dificultad de competir con la industria farmacéutica. Por ejemplo, a la hora de publicarse estudios concluyentes en medios cuyas páginas están financiadas por laboratorios.

Hablamos también de las vacunas y del movimiento de padres y madres que se opone a vacunar a sus hijos e hijas. Estamos de acuerdo en que no se puede magnificar la acción de un colectivo, en este caso minoritario, y menos cuando "la ciencia" defiende la vacunación. En este caso me surje la duda de si, como periodista, deberíamos dar voz también al sector científico que no está a favor de las vacunas.

En la misma línea está el debate sobre ciencia versus actividad de grupos ecologistas. Se apunta que los activistas tienen sus propios intereses y hay que tenerlos en cuenta; totalmente de acuerdo. Ahora bien, alguien acertadamente recuerda que en este tipo de organizaciones también trabajan científicos. Y me sorprende que no tengamos en cuenta que los científicos también tienen sus propios intereses. Hablamos de los grupos de presión y nos olvidamos de los intereses económicos de los lobbies científicos.

Me viene a la memoria un conocido, ingeniero agrónomo, que trabajó durante una década en la industria de los transgénicos. Lo que allí vio le espantó (según él, quien manipula es algo así como "una persona que se cree Dios") y, tras una fuerte crisis existencial, decidió "pasarse" al ámbito de la ONG para luchar contra lo que él consideraba inmoral. Ello a costa de renunciar a su sueldazo de multinacional para convertirse en mileurista. Mi "crisis" de conciencia es la siguiente. Si yo, como periodista de medios, hubiera tenido que entrevistar a esta persona, le habría otorgado toda la credibilidad del científico que trabaja en la industria y me cuenta los beneficios de los transgénicos. Aún incluso aunque él estuviera dando un discurso contrario a lo que dictaba su conciencia. Unos años después, cuando entrevisto a este mismo profesional como investigador en una  organización ecológica, le pongo la "etiqueta" de activista y, por lo tanto, "interesado" ¿en manipular la información? ¿Por qué en el primer caso no dudo de lo que me cuenta y en el segundo sí?

Ahí quedan mis dudas y reflexiones, que lanzo en voz alta confiando en lo saludable del debate.

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