esencia

Dicen que el camino más largo es hacia el interior: dura toda la vida. Y que solamente podemos cambiar el mundo si cambiamos por dentro. En realidad, creemos que nos transformamos y lo que hacemos es encontrarnos con nuestra propia esencia. Porque la única tarea del ser humano es SER humano y el propósito de la vida consiste en VIVIR: te invito a ser TÚ, tu ser auténtico.

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lunes, 20 de diciembre de 2010

Rolando Toro

Bailarín de las emociones

Rolando Toro visitó España con motivo del encuentro nacional de Biodanza celebrado en El Escorial (Madrid) unos meses antes de fallecer. Psicólogo y antropólogo chileno, el creador del sistema Biodanza supo conjugar como nadie el conocimiento científico con una profunda comprensión del ser humano, de su esencia y, sobre todo, de sus emociones. "Amo, luego existo", era el lema de este octogenario cuyo discurso, una vez más, me enganchó y movió por dentro.

Habló de los últimos avances científicos aplicados a Biodanza. Entre otras cosas, de Epigenética: "frente a la herencia irreversible y determinista, hay ecofactores que se adhieren al ADN y, por lo tanto, puede utilizarse en positivo o en negativo". O de la capacidad regenerativa de las neuronas y la plasticidad de neuronal como factor de crecimiento: renovación del sistema nervioso que, si se usa, genera nuevas conexiones y el nacimiento de nuevas células. Y del fenómeno de las neuronas en espejo: "lo que el otro hace tus neuronas lo repiten en su sinapsis, se organizan para poder entenderlo", explicaba. También del concepto de madurez e inmadurez neurológica: frente al potencial juvenil tan destacado en nuestra sociedad destacó el potencial tardío y “la penetración de las almas de los viejos”, que tienen una gran capacidad de vínculo con la infancia, "de ahí que haya abuelos que cumplen su función mejor que los padres".

“La genómica biosocial y la utilización de ambientes enriquecidos tienen una aplicación en los ámbitos de la educación y la medicina” que, según él confirma la Biodanza: “la educación biocéntrica puede cambiar el mundo en dos generaciones”, aseguraba. “No es una utopía”. Como tampoco lo es el concepto de "la alegría endógena". La clave de la vida para este poeta del encuentro humano consiste en transformar lo cotidiano en eterno, de modo que lo cotidiano adquiere calidad sagrada. “Inmanencia y trascendencia no están disociadas: lo cotidiano es eterno”, decía Rolando, “aquí y ahora”.

miércoles, 15 de diciembre de 2010

Cuarto sector

El motor del cambio de era

Escucho una interesante teoría que habla de que ya existe el cuarto sector:  
  • Primero fueron los gobiernos y organismos internacionales
  • Después se crearon empresas y organizaciones privadas
  • Posteriormente aparecieron las ONG. Que por cierto, crean mucha controversia; a veces se habla de corrupción, de asuntos oscuros, de niños apadrinados que en realidad no existen, de que no todo es tan bonito como parece... y sí, esa realidad existe. Otra cuestión es: ¿cómo sería el mundo sin ellas? basta con conocer la realidad de algunos campos de refugiados o zonas de conflictos olvidados para darse cuenta de que, de no ser por las organizaciones para el desarrollo, el planeta estaría hoy todavía peor de cómo anda. 
  • Por último asistimos a la creación de algo nuevo: el cuarto sector, formado por seres humanos individuales que han realizado un profundo trabajo interior, a menudo también espiritual, y que una vez hecha su tarea personal crean redes y se unen para construir algo mejor. Supongo que es también el mundo de los emprendedores sociales.
Dicen las últimas teorías sociológicas que en realidad, los grandes cambios los generan unos pocos. En cada momento histórico, una minoría de seres humanos que son capaces de ver más allá provocan avances a los que se suma años después el resto de la población. ¿Serán el motor del cambio actual los integrantes de este denominado cuarto sector?

jueves, 9 de diciembre de 2010

Espiritualidad y ciencia

Meditar ya no es cosa de místicos

Willigis Jagger explica que la experiencia mística “sobrepasa los sentidos y la inteligencia”. Pero aclara que ese sobrepasar “no se debe entender como un aumento de la capacidad de los sentidos o de la inteligencia” sino que “se trata más bien de una calidad totalmente nueva de percepción”. Y asegura que “la evolución del ser humano tiende a que este ver místico sea algún día patrimonio de todos. Se trata”, según él, “de ayudar a los hombres a desarrollarse hacia esa nueva dimensión de la conciencia donde se percibe el origen común de toda existencia”. De “expansión de la conciencia” habla ahora la ciencia, el mismo término utilizado desde hace siglos por la mística. “El mundo tal y como lo vemos no es toda la verdad; es una verdad parcial”, confirma este monje benedictino en su obra La oración contemplativa. Por eso, denuncia, “la teología que solo ve lo divino con la mente no puede proporcionar más que una verdad parcial. La especulación teológica es la reflexión de la ola sobre el océano” que tan bien ilustra su libro sobre espiritualidad mística La ola es el mar. “La mística solamente indica que la facultad intelectual no sirve para captar la realidad entera”, dice.

Jagger está convencido de que “los impulsos esenciales para el futuro desarrollo del espíritu partirán de las ciencias naturales” y cree que “se dará un redescubrimiento de la metafísica, pero no originado por los filósofos o los teólogos sino por los físicos y biólogos”.

La cuenta atrás ya ha comenzado. Las tradiciones religiosas hablan del "despertar" refiriéndose al proceso por el cual una persona llega a Dios. Ahora, la ciencia habla de este fenómeno en el sentido de "expansión de la conciencia". Así se utiliza por ejemplo en Atención Plena. Los científicos insisten ya en la importancia de practicar meditación cada día y los trabajos sobre Conciencia Plena han demostrado ya los beneficios de esta práctica. Es algo en lo que grandes líderes espirituales llevan siglos insistiendo y ahora, meditar ya no es cosa de místicos.
 

miércoles, 8 de diciembre de 2010

Educándonos

 ¿Educamos para ser humanos?

La palabra “educar” proviene de “educere”, que significa “conducir fuera de”. 

"La educación provee de información, pero no educa para la vida". Es la crítica de un experto educativo acerca de nuestro sistema escolar. "Nos educan de cintura para arriba y hacia un lado del cerebro", el izquierdo. "El sistema educativo crea seres que viven con la cabeza en lugar de habitar en su cuerpo", escucho en este vídeo sobre Educación y la creatividad de los niños. Con la anécdota de la niña bailarina sobran más palabras. Interesante también la participación del mismo Sir Ken Robinson en el programa Redes de 13 de marzo de 2011. Eduardo Punset entrevistó en enero del mismo año a este experto en desarrollo de la creatividad, que asegura que "todos tenemos la capacidad de ser creativos".

También Claudio Naranjo denuncia que “no tenemos una educación para la conciencia”. Según este psiquiatra chileno, “nuestra mayor necesidad es la de una educación para evolucionar, para que la gente sea lo que podría ser”. Porque incluso “la educación de valores es demasiado retórica e intelectual. Los valores deberían ser cultivados a través de un proceso de transformación de la persona y esta transformación está muy lejos de la educación actual”, sujeta al paradigma racionalista y que consiste en “un mero traspaso de información, alejado de objetivos como el autoconocimiento”. En su libro Sanar la civilización, explica que “debemos volver a las raíces de la educación como autoconocimiento, en la búsqueda de ese ‘conócete a ti mismo’ de Sócrates. Al autoconocimiento transformador que posibilite el cambio”.

Desde mi experiencia personal, yo tenía casi 30 años cuando, en un taller de crecimiento personal, descubrí lo que es el duelo, ese proceso que conviene hacer, por salud mental, ante la muerte de un ser querido, una separación o cualquier tipo de pérdida. ¿Cómo es posible que hasta entonces nadie me hubiera hablado de ello? Casi 15 años de escolarización y ni una sola palabra de regulación emocional. 

¿Alguna alternativa? Existen propuestas como la Educación Biocéntrica, una de las aplicaciones del sistema Biodanza creado por el psicólogo chileno Rolando Toro, que también considera la creatividad como una de las líneas vitales del ser humano y que, según él, “puede cambiar el mundo en dos generaciones”, o la Educación Holista. También el profesor Mansour Mohammadian propone, en su teoría sobre la economía del tercer camino o Bioeconomía, pasar de la enseñanza disciplinaria a la interdisciplinaria. Y Claudio Naranjo cree que, “en lugar de una educación para la información, se necesitaría una educación que se ocupe del aspecto emocional y una educación de la mente profunda”, en el sentido de “la conciencia misma”, que “tiene que ver con aquella parte de la mente de la que depende el sentido de la vida”. Según él, “la educación también tiene que incluir un aspecto terapéutico. Desarrollarse como persona no se puede separar del crecimiento emocional” porque “no puede aprender intelectualmente una persona que está dañada emocionalmente”. De este modo, propone “una educación para seres tri-cerebrados. Una educación que se podría llamar holística o integral. Si vamos a educar a toda la persona, hemos de tener en cuenta que la persona no es solo razón”. Este psiquiatra está convencido que “solo una educación holística podría prevenir el deterioro de la mente y del planeta”.