El proceso es el siguiente, según me explica uno de los profesionales que conozco que más tiempo lleva profundizando en el ámbito de la salud. El origen de la enfermedad es siempre emocional; si no se procesa, se produce el desequilibrio energético y, si tampoco se atiende, entonces aparece el malestar físico y, con él, la enfermedad.
La medicina que conocemos hoy en día ha olvidado eso que los defensores de la salud holística defienden: que la salud ha de ser integral, tal y como lo es el ser humano, sin olvidar ninguna de sus dimensiones: física, mental, emocional, energética, espiritual (esta última referida a la dimensión trascendente que todo ser humano posee, con independencia de sus creencias religiosas).
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